HISTORIA DEL PUEBLO DE TRASMOZ: LEYENDA DE BRUJERÍA
Trasmoz es un pequeño pueblo ubicado en la comarca de Tarazona y el Moncayo, en la provincia de Zaragoza, Aragón. Este pintoresco municipio ha sido conocido a lo largo de la historia por sus misterios, leyendas y su peculiar estatus de pueblo excomulgado y maldito, lo que lo hace único en España. Con apenas unos habitantes, su historia está entrelazada con cuentos de brujería, excomunión y rivalidades eclesiásticas, que le han dado un aire de misticismo que perdura hasta hoy.
El origen de Trasmoz se remonta a la Edad Media, aunque algunos asentamientos ya existían en la zona durante tiempos anteriores. Su localización estratégica al pie del Moncayo le confería una importancia defensiva notable, lo que permitió que en el siglo XII, con la Reconquista cristiana, se levantara el Castillo de Trasmoz. Este castillo fue una fortaleza militar clave en las luchas entre los reinos de Aragón y Castilla, y se convirtió en uno de los símbolos del pueblo.
Uno de los aspectos más fascinantes de la historia de Trasmoz está vinculado a las leyendas de brujería. Durante la Edad Media, el pueblo adquirió la reputación de ser un lugar donde habitaban brujas y magos. Se dice que el castillo fue utilizado por alquimistas para realizar prácticas prohibidas, como la creación de oro a través de la alquimia y la invocación de espíritus.
La historia cuenta que el ruido de cadenas y golpes metálicos en el castillo eran, en realidad, el sonido de los alquimistas trabajando en sus experimentos. Esta fama de ser un centro de prácticas oscuras atrajo el recelo de la Iglesia y de los pueblos cercanos, alimentando aún más las leyendas.
El hecho más curioso en la historia de Trasmoz ocurrió en el siglo XIII, cuando el pueblo fue excomulgado por la Iglesia. Esta medida se tomó tras una serie de conflictos con el monasterio vecino de Veruela, que reclamaba para sí el control del agua y las tierras que pertenecían a Trasmoz. Al no someterse a las demandas de los monjes, el pueblo fue excomulgado por el arzobispo de Tarazona.
Más tarde, en el siglo XVI, la Iglesia fue más allá y el pueblo fue maldecido formalmente. Esta maldición nunca ha sido levantada, lo que convierte a Trasmoz en el único pueblo excomulgado y maldito de España. Aunque este hecho no tuvo repercusiones legales, sí contribuyó a que la leyenda negra de Trasmoz perdurara.
El célebre escritor romántico Gustavo Adolfo Bécquer también tuvo un importante vínculo con Trasmoz. Durante su estancia en el cercano Monasterio de Veruela, Bécquer se sintió atraído por las historias que rodeaban al pueblo y escribió varias leyendas inspiradas en sus misterios. Entre ellas destacan “La corza blanca” y “Las brujas de Trasmoz”, que ayudaron a consolidar la imagen sobrenatural del lugar.
Con el paso del tiempo, Trasmoz, como muchos pequeños pueblos rurales, experimentó un declive económico y demográfico. A principios del siglo XX, su población había disminuido considerablemente. Sin embargo, en las últimas décadas, el interés turístico y cultural en el pueblo ha crecido gracias a su fascinante historia.
El Castillo de Trasmoz, aunque en ruinas durante mucho tiempo, ha sido parcialmente restaurado y hoy es un importante atractivo turístico. Cada año, el pueblo celebra el Festival de la Brujería, que atrae a visitantes de toda España interesados en su pasado místico y legendario.
Hoy en día, Trasmoz sigue siendo un pequeño municipio con una población muy reducida, pero su historia lo convierte en un lugar lleno de encanto y misterio. La combinación de su patrimonio medieval, las leyendas de brujería y su singular estatus de pueblo maldito hacen de Trasmoz un destino fascinante para los amantes de la historia, la cultura y el misterio.
La historia de Trasmoz es una mezcla única de hechos históricos y leyendas que han resistido el paso del tiempo. Su castillo, las historias de brujas y la excomunión de la Iglesia siguen alimentando la imaginación de quienes lo visitan, manteniendo viva la esencia de este enigmático rincón de Aragón.